Mi nombre es Daniela Olivera, he venido para intentar recoger algunas de las experiencias vividas en estos días de Convivio y contarles un poco de mi propio encuentro con Dios:
Todos aquí tenemos un gran anhelo, un anhelo de infinito que ha estado inscrito desde siempre en lo más profundo de nuestros corazones. Es por esto que, aunque tratemos de huir de él, de evadirlo, de ignorarlo, sigue estando ahí, sigue habiendo esa nostalgia dentro de nosotros, que nos pide con urgencia ser saciada. Estamos en una búsqueda constante en la que nuestros corazones estarán inquietos hasta que encuentren una verdadera respuesta.
Pero en esta búsqueda por la felicidad muchas veces buscamos en el sitio equivocado, la buscamos en lo material, en lo placentero y en lo pasajero del mundo.
Y así, caemos en el engaño del pecado, que nos puede ofrecer mucho pero al final nos deja vacíos. Nos promete poder, y nos esclaviza, nos promete amigos y nos deja solos, nos promete felicidad y nos deja solo frustración. Parecemos tenerlo todo, pero vivimos un vacío interior inmenso.
Este engaño nos lleva poco a poco a una crisis del corazón y en consecuencia una crisis del mundo. Constantemente estamos tomando decisiones, eligiendo caminos que bien pueden ser pasos que nos acerquen a saciar ese anhelo o que por el contrario nos vayan alejando de él.
Entonces, nos preguntamos ¿Las decisiones del hoy a dónde nos están llevando? ¿A dónde estamos yendo realmente? ¿Esto, responde a lo que anhelamos? Nos damos cuenta que no, es evidente, pero sin embargo, ante la crisis somos indiferentes, lo vemos todo lejano, ajeno, como si solo pensáramos: “Eso no me pasa mi” “Tal vez sea cierto, pero qué puedo hacer yo?” “Mi aporte no va a hacer la diferencia”. Es que sí, definitivamente es más fácil no pensar en la crisis en la que nos encontramos, no pensar en quién es Dios, en quién soy yo, y así nos mantenemos en nuestra posición de espectadores. Simples espectadores del mundo y hasta de nuestras propias vidas.
Nos dice Saint Exupery: “CUANDO EL MISTERIO ES DEMASIADO GRANDE ES IMPOSIBLE DESOBEDECER” Y aquí hemos descubierto algo tan grande que es imposible no seguirlo, es imposible acobardarse y dejarse paralizar por el miedo o la duda. No dejemos de responder, no nos quedemos en nuestros temores, vayamos más allá y seamos protagonistas de nuestras vidas, protagonistas de este mundo.
Jesús nos pide no solo seguirlo sino CREERLE, creer en sus palabras, creer en la amistad que nos invita a vivir. Eso es difícil, es un reto, pero estamos hechos para esto, somos capaces, no debemos conformarnos con ideales pequeños, chatos, pocos elevados, pues Dios nos dio libertad para hacer grandes cosas. Entonces, como los discípulos, ante la dificultad, ¿nosotros también nos iremos?
Seamos como los apóstoles, si hemos encontrado aquí la respuesta al anhelo infinito en nuestros corazones también nosotros como Pedro respondamos con firmeza, Señor a quién iremos? Si tú tienes palabras de vida eterna. A quién más podríamos ir, si Él es el único que siempre está a nuestro lado, cuando ya nadie nos escucha, cuando ya todos se van, Dios esta ahí, Cristo está ahí, permanentemente fiel.
La vida cristiana es una aventura que el Señor nos invita a vivir. A veces la gente dice, ¿Qué haces arrodillado ante un pedazo de pan? ¿De qué te sirve confiar tanto, si el mundo sigue igual, que ayer?. Es que tú y yo sabemos que Cristo sí está con nosotros, si nos escucha y aunque ser cristiano esté lleno de exigencias, también lo está de alegrías. Sí vale la pena entregarse, porque la vida cristiana solo la ama quien verdaderamente la vive.
En Convivio hemos descubierto cosas, que no podemos simplemente olvidar mañana en la mañana cuando volvamos a nuestras rutinas de siempre, no. Eso yo sentí hace dos años en mi primer Convivio, cuando como ahora, llegó el domingo en la noche y pensaba: Mañana, no quiero que todo vuelva a ser como era antes, no quiero que esto termine acá, quiero que esa autentica alegría que he experimentado se quede en mí para siempre. Ese fue uno de los momentos en que seguí los consejos de mi mamá y al llegar a mi casa escribí todo lo que en ese momento sentía. Hace poco me acordé de esto, y decidí buscar esos papeles. Al leerlos comprendí que verdaderamente lo que vivimos en Convivio, no solo es teoría, no son solo frases bonitas y canciones que cantamos con fuerza, todo esto es posible ponerlo en práctica, vivirlo, hacerlo nuestro. Digamos verdaderamente no tengo miedo, no me basta, quiero entregarme.
Nos decía el Papa Juan Pablo II: “ANTE UN PANORAMA QUE PODRÍA SEMBRAR DESALIENTO Y DESESPERANZA, YO OS DIGO... ¡CRISTO, SU MENSAJE DE AMOR, ES LA RESPUESTA A LOS MALES DE NUESTRO TIEMPO! ÉL ES QUIEN LIBERA AL HOMBRE DE LAS CADENAS DEL PECADO PARA RECONCILIARLO CON EL PADRE. SÓLO ÉL ES CAPAZ DE SACIAR ESA NOSTALGIA DE INFINITO QUE ANIDA EN LO PROFUNDO DE VUESTRO CORAZÓN. SOLO EL PUEDE CALMAR LA SED DE FELICIDAD QUE LLEVÁIS DENTRO. PORQUE ÉL ES EL CAMINO, LA VERDAD Y LA VIDA. EN ÉL ESTÁN LAS RESPUESTAS A LOS INTERROGANTES MAS PROFUNDOS Y ANGUSTIOSOS DE TODO HOMBRE Y DE LA HISTORIA MISMA”
La respuesta que ustedes y yo hemos encontrado debe quedarse en nosotros, realmente trasformarnos. La vida se va construyendo por detalles. Hagamos que Cristo esté presente hasta en las cosas pequeñas de nuestra vida, que sea parte de ella.
Posiblemente cuando salgamos el mundo se nos venga encima, y nos sintamos solos, pero no lo estamos. Cristo esta de nuestro lado, y, miremos a nuestro alrededor un momento, estamos rodeados de más de 500 chicos y chicas que se enfrentan como nosotros, que luchan como nosotros y que como nosotros creen en Cristo, en Su amor y en que solo Él es la respuesta. No estamos solos. No tenemos que caminar solos, cada sábado en Post-Convivio tenemos la oportunidad de seguir ayudando y de hacer que esta experiencia se conserve en nuestros corazones.
¿A quién iremos? Posiblemente antes del viernes podíamos leer esa frase como no leerla, pero, después de estos tres días, ¿seguiremos con una actitud pasiva?
Cristo nos dice OPTA, Cuando salgamos de este auditorio ¿A quién decidiremos seguir? ¿A quién decidiremos escuchar? Al salir de aquí, ¿A quién iremos? Al mundo, a su engaño y temporalidad o iremos hacia el Señor Jesús y su infinito amor. ¿Seguiremos nuestros anhelos de autenticidad, verdadera amistad y libertad plena? YO LOS INVITO HOY A LANZARSE, A CONQUISTAR ESTO QUE SOLO CRISTO NOS LOS PUEDE DAR. SOLO ÉL ES LA FELICIDAD ETERNA Y LA AUTENTICA VIDA. Entonces, ¿A QUIÉN IREMOS?
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